EL JUVENTUD SE LÍA Y PIERDE POR PRIMERA VEZ

Tercera División Nacional - 9ª Jornada. Sábado 29-11-2014. 18,00 horas. Polideportivo Círculo. 

JUVENTUD 1: Adrián, Escudero, Myguel, Poves y Santi -  Dani, Marco,  Chicho, Mario, Fer, Pika y Carranza.

UNIÓN ARROYO 3: Alberto, Benito, Diego, Nacho y David – Javier, Fran, Fuente, Óscar y Gonzalo.

Goles: 0-1 Javier (min.25); 0-2 Fuentes (min.34); 1-2 Fer (min.37); 1-3 Diego (min.38). 

Tarjetas: Juventud: Santi (A/A), Dani (A), Poves (R).

                Arroyo:

Árbitros: Sres. Fidalgo Diez y García Prieto  (León).

El Juventud se hace el haraquiri y pierde la imbatibilidad.

Tuvo que llegar la novena jornada para que el CD Juventud conociera la derrota por primera vez en la temporada y lo peor es que fue en su pista y ante su público, lo que hizo quizá más dolorosa la derrota.

Desde el principio se vió que el partido iba a ser muy disputado, con un Unión Arroyo que defendía con mucha intensidad y sin cometer errores, controlando las embestidas iniciales de los locales y un Juventud que era consciente que tampoco podía permitirse concesiones ante un equipo bien plantado en la pista. No había tantos ocasiones como en anteriores partidos y cuando llegaban ambos porteros las desbarataban. Aunque en este primer tiempo los locales se fueron encontrando cada vez mejor y en el último tercio se apoderaron del balón, rondando el gol la portería visitante, pero se llegó al descanso con el cero a cero inicial.

En la segunda mitad, los locales no salieron muy finos, pero la igualdad se mantuvo hasta que a los cinco minutos Santi cortaba con  falta una contra del Arroyo y era amonestado, enredándose con el árbitro sobre la altura de la pista a la que había sido la falta, lo que trajo consigo una segunda tarjeta y su expulsión, quedando el Juventud en inferioridad, lo que iba a aprovechar el conjunto visitante para ponerse por delante. El gol reforzaba el planteamiento visitante y los locales trataban de igualar, pero la figura de Alberto se hacía cada vez más grande, desbaratando todas las ocasiones burgalesas. Hasta que en el 34 una acción excesivamente arriesgada en la salida del balón ponía en bandeja el 0-2 a los pucelanos que cobraban una ventaja importante. Los de casa lograban por medio de Fer y ya con el portero jugador en pista reducir la diferencia, pero poco después Diego, se aprovechaba de una acción en la que no había dado tiempo a deshacer el cambio de portero para anotar el definitivo 1-3. Era inevitable ya la derrota y quizá la frustración llevó a los locales a cargarse de tarjetas que pueden pasar factura en próximos compromisos.